¡No dejes que el verano arruine tu cabello! Evita el pelo paja y la sequedad con productos adecuados y algunos trucos infalibles para tener un cabello hidratado, nutrido, brillante y suave todo el verano. Descubre todos los tips ahora.
Arregla tu cabello seco en verano
- Si el aspecto de tu cabello en verano es áspero como un manojo de paja, es que no estás atendiendo sus necesidades específicas.
- ¿Proteges tu cabello del sol? El sol quema tu cabello igual que hace con tu piel, de esta forma daña las fibras capilares, abre las cutículas y tu cabello pierde hidratación y nutrición.
En verano es habitual que nuestro cabello se reseque perdiendo brillo y suavidad. Si quieres evitar que tu cabello luzca así de reseco es necesario que estés pendiente de los cuidados específicos que necesita en verano.
El calor, el sol, el cloro y la sal son elementos que dañan nuestro cabello, debes preparar tu cabello y protegerlo. ¿Cómo?
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Evita usar el secador o la plancha.
Si te gusta tener un cabello liso, es preferible que uses tratamientos de alisado con queratina o botox capilar y así olvidarte de abusar de secadores y planchas que deshidratan aún más tu cabello.
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Usa protectores solares con filtros UV antes de la exposición al sol
Te recomendamos Elgon SunCare una gama especialmente creada para proteger tu cabello del sol, hidratarlo y nutrirlo.
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Usa rutinas de lavado sin sal y con ingredientes nutritivos e hidratantes
Te recomendamos Skafe Minutos Mágicos. Esta rutina es ideal para cuidar las necesidades de tu cabello en verano, en solo unos minutos notarás el cambio. Formulado con aceites naturales extra nutritivos: como Amla, Jojoba, Aloe… consigues una melena limpia, perfumada, nutrida, suave, brillante en solo unos minutos. ¿Cuánto vale tu tiempo?
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Cubre tu cabello
Cuando pases muchas horas debajo del sol, es interesante contemplar la posibilidad de usar pañuelos, bandanas, turbantes o sombreros. Además de protegerte del calor, también cuidan tu estética.
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Lava tu cabello solo cuando sea necesario
Lavar el cabello frecuentemente provoca más deshidratación. Además, puedes intentar acabar tu lavado con agua fría o templada, de esta manera evitas que las cutículas se abran con el calor y pierdan los aceites naturales y nutrientes que contienen en su interior.